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Los casos reales tienen la virtud de hacer comprensibles los formatos de los delitos o posibles delitos que, en general parecen abstractos y fantasiosos, pero en realidad resultan mucho más frecuentes de lo que uno se puede imaginar. 

 Recientemente, los 25 imputados de las causas conocidas como “Hotesur” y “Los Sauces” fueron sobreseídos por un controvertido fallo que deja a las mismas sin culpables ni inocentes. En oportunidad de producirse la apelación del Fiscal Diego Velasco, resulta interesante repasar el caso.

Entendiendo el dictamen de los fiscales que elevaron a juicio las causas de marras, Pollicita y Mahiques, como explicativo, didáctico y que contribuye a entender formatos posibles de comisión del delito, proponemos recordar el resumen oportunamente comentado en esta página, de las principales pruebas que la defensa de los acusados no se vio en la necesidad de refutar, atento a que logró que dos de los jueces que integran la Cámara entendieran que no hubo delito, sin cumplir con la etapa del juicio oral y público.

La causa

El Fiscal Gerardo Pollicita expresa que “Néstor Carlos KIRCHNER, Cristina Elisabet FERNÁNDEZ de KIRCHNER, Máximo Carlos KIRCHNER, conjuntamente con Lázaro Antonio BÁEZ, Martín Antonio BAÉZ y otros miembros de esta organización delictiva, cimentaron y desarrollaron una estructura destinada a poder incrementar el patrimonio de los primeros con el dinero que era sustraído fraudulentamente del Estado al menos a través de la obra pública vial”.

Entre otros datos, el Fiscal dice que “Báez … en el año 2003 era empleado bancario y monotributista con un patrimonio neto de poco más de 800 mil pesos ($822.717,30) … pasó a tener un patrimonio personal que en 2014 superaba los 67 millones de pesos, bienes por más de 137 millones de pesos ($137.373.319,53), y su principal empresa, AUSTRAL CONSTRUCCIONES, activos por más de 1000 millones de pesos ($1.729.267.669,04)”. “La fortuna acumulada por BÁEZ y sus empresas”, reza el documento de marras, “fue luego en parte utilizada por la ex familia presidencial a los fines de hacerse de los fondos necesarios para adquirir los hoteles, realizar mejoras en los mismos, y luego, contando con los hoteles en su patrimonio, entregarle su administración y explotación nuevamente a Lázaro BÁEZ quien a través de la interposición de una empresa de su grupo, ―VALLE MITRE, canalizaría regularmente fondos desde las distintas empresas de su grupo —Austral Construcciones, Kank y Costilla, Loscalzo y Del Curto, Badial, Don Francisco, La Estación, Alucom Austral, La Aldea del Chalten, Diagonal Sur Comunicaciones— con el fin de mantener en marcha el negocio y poder abonar los cánones locativos a los mandatarios y a sus hijos. Finalmente, parte de los fondos millonarios que eran girados a VALLE MITRE por las firmas del grupo, luego de que la empresa pantalla pagara el costo del lavado, es decir, hiciera frente a los costos propios de la actividad hotelera —sueldos, proveedores, impuestos, etc., eran remitidos mensualmente como dinero limpio en concepto de canon locativo a los ex presidentes y a sus hijos, quienes luego, podían declararlo ante el Fisco y ante la Oficina Anticorrupción como dinero legítimamente obtenido sin despertar sospechas de que su verdadero origen era la obra pública, agotándose así la maniobra de lavado de activos”.

Las Etapas del Formato

El Fiscal detalla 4 etapas, que configurarían el formato delictivo diseñado por los causantes. La maniobra resulta clásica y no presenta la sofisticación que los montos y los causantes hubiesen exigido, siendo una cuestión interesante discutir el motivo de tal descuido, por supuesto de resultar real la acusación realizada.

  • La adquisición de la familia KIRCHNER de una cadena hotelera

“Una vez que el dinero de origen ilícito proveniente de la asignación irregular de obra pública vial se encontraba en poder de las empresas de Lázaro BÁEZ, fue necesario instrumentar una mecánica que permitiera canalizar parte de esos fondos hacia los ex presidentes, y fundamentalmente, que ese flujo millonario tuviera apariencia de licitud, para que quienes ostentaron la primera magistratura de la nación, pudieran incorporarlo a su patrimonio habiendo borrado su verdadero origen”.

Precisamente de dar apariencia de licitud, es el objetivo de una maniobra de lavado de dinero, siendo que no debe soslayarse el hecho de que el dinero se hallaba en las cuentas de las constructoras y que no resulta posible retirarlo y entregarlo directamente a los beneficiarios, sin configurar eso un delito.

El fiscal establece que la ex familia presidencial adquirió tres hoteles, que luego fueron entregados para su administración y explotación a la empresa VALLE MITRE, a fin de que, por su intermedio, se pudiera instrumentar de manera regular y permanente la canalización de fondos que habían logrado sustraer junto a Lázaro BÁEZ a través de la obra pública vial en la provincia de Santa Cruz.

Esta primera etapa de la maniobra investigada comenzó a partir de febrero del año 2008 y se extendió hasta principios del año siguiente, período durante el cual los ex presidentes y su hijo, Máximo, incorporaron a su patrimonio los Hoteles Alto Calafate, Las Dunas y La Aldea, todos ellos ubicados en la provincia de Santa Cruz, lo que implicó que la familia presidencial se introdujera en el negocio de la hotelería.

El principal hotel a través del cual se llevó a cabo la maniobra descripta por el fiscal, fue el Hotel Alto Calafate, perteneciente a HOTESUR S.A, debido a su capacidad de alojamiento y su categoría. En efecto, este hotel que cuenta con más de 100 habitaciones, un restaurante, tres salones para eventos de hasta 600 invitados, dos piscinas climatizadas y servicios de categoría como spa, gimnasio y sauna. Es la propiedad más costosa adquirida por la ex familia presidencial.

Importante resulta entender como dicho hotel se sumó al patrimonio de la familia Kirchner: “Osvaldo Sanfelice, actuando en comisión, se reunió el 7 de noviembre de 2008, con los accionistas de Hotesur, en la sucursal del Banco Santander Río de la calle 25 de Mayo 140 de CABA con el fin de llevar adelante el pago acordado, el que fue integrado de la siguiente manera USD 3.168.000, llevados en efectivo por Sanfelice, y el saldo restante, USD 1.632.000 transferido desde el Banco de Santa Cruz, todo lo cual fue depositado en ese mismo acto en la entidad bancaria suscribiéndose el correspondiente boleto de compraventa de acciones”.

“Pocos días después, el 12 de diciembre de aquel año, aparece en los libros de la empresa, Nestor Kirchner, secundado como segundo accionista por Máximo, a quien le había donado días antes, con la aprobación de Cristina Fernández, el 1,96% de las acciones de la empresa HOTESUR, cumpliendo con el requisito legal de que la sociedad cuente con dos accionistas. El proceso a través del cual los ex presidentes adquirieron sus hoteles también estuvo fondeado con dinero proveniente de la obra pública vial, ya que a través de la principal empresa contratista, AUSTRAL CONSTRUCCIONES, Lázaro BÁEZ le suministró a la familia KIRCHNER un flujo de fondos de prácticamente 12 millones de pesos —$11.933.096,50— contemporáneamente a la compra de sus hoteles”.

La operación de la adquisición de Hotesur, transitó a través de distintos sujetos obligados: inmobiliaria, banco, escribano, registro de propiedad inmueble y sin dudas, si se concretó realmente dicha cifra millonaria de efectivo, debería haber llamado la atención de todos, máxime considerando la condición de PEP de los adquirentes. Es cierto que reporte de operación sospechoso es confidencial y que hubiese sido la UIF la responsable de la evaluación final y su archivo o pase a la justicia. Otro tema que vale considerar.

  • La interposición de la empresa VALLE MITRE para la administración y explotación de los hoteles de la ex familia presidencial;

Valle Mitre, propiedad de Lázaro Báez “fue fundamental para que los ex presidentes se desligaran de la explotación de los complejos hoteleros con los que se instrumentaba la maniobra de lavado de dinero, en tanto no solo permitiría evitar una conexión directa entre las empresas contratistas de obra pública vinculadas al GRUPO BÁEZ y la ex familia presidencial, sino que a la vez posibilitaría también impedir un vínculo inmediato de la firma HOTESUR con la empresa AEROLINEAS ARGENTINAS por la contratación de plazas en el hotel ALTO CALAFATE —lo que constituye materia de investigación en la causa n° 11.904/14 conexa a estos actuados”.

La firma hasta ese momento administraba un restaurante, con ventas netas anuales por apenas $430.095,80 y sin ninguna experiencia en el rubro hotelero, comenzó administrar los tres hoteles de la familia Kirchner y sus ventas crecieron a más de 24 millones de pesos, “siendo su única y exclusiva misión entonces, explotar los hoteles de los ex presidentes, para darle apariencia legal al dinero de origen ilícito de la obra pública vial y que así pudiera ser trasladado luego hacia los ex mandatarios y sus hijos”.

“Esto operó desde el 3 de julio de 2008, cuando se le entregó la administración del primer establecimiento hotelero a dicha firma, hasta el 31 de julio de 2013 cuando la iniciación de la causa n° 3017/13, cuando por la difusión en un programa televisivo presumiblemente motivó que la gerenciadora de los tres hoteles presidenciales perteneciente al grupo de Lázaro BÁEZ, fuera reemplazada por la firma IDEA S.A. de Osvaldo José SANFELICE”.

Innumerables casos reales, en distintas latitudes del mundo, ratifican que los hoteles, principalmente grandes y de lujo y casinos y salas de juego, son canales óptimos para la comisión del delito de lavado de dinero. A partir del caso del Hotel Gran Caribe Real de Cancún en el año 2003, hasta una investigación que presenta a Donald Trump otorgando la licencia para usar su nombre en el Trump Ocean Club de Panamá, sin validar la fuente de los fondos de los compradores y los antecedentes de los agentes de venta, supuestamente operadores de los carteles de la droga de Latinoamérica y de la mafia rusa, las noticias que vinculan a la actividad con la delincuencia se han multiplicado. No es una novedad entonces la utilización de hoteles como canales del delito.

  • la canalización de fondos de la obra pública desde las empresas del GRUPO BÁEZ hacia VALLE MITRE;

“Se inició un proceso de reciclaje de una parte del producido de lo defraudado al Estado Nacional en el que las empresas del GRUPO BÁEZ mediante la falsa contratación de habitaciones y de salones, la contratación simulada de servicios de consultoría integral y marketing e incluso la supuesta contratación para construcción, canalizaron un flujo regular de dinero hacia VALLE MITRE, con la finalidad de capitalizar y sostener a esta empresa que durante todo su vínculo comercial administrando y explotando los hoteles de la familia KIRCHNER, recibió fondos de las otras empresas del conglomerado por más de 60 millones de pesos entre los años 2008 y 2013”.

Explica el Fiscal que dichas transferencias de dinero, eran justificadas de la siguiente manera:

  • Con contratos simulados firmados entre los diferentes miembros del GRUPO BÁEZ —Lázaro Báez, Martín Báez, Jorge Bringas y Adrián Berni— en los que por ejemplo se alquilaban habitaciones del Hotel Alto Calafate ubicado en las proximidades de la cordillera para alojar a personal que prestaba tareas en obras viales, cuyas irregularidades fueron abordadas en la causa n° 5048/16, que se desarrollaban en la costa atlántica de la provincia de Santa Cruz, es decir, a más de 400 kilómetros de distancia y a más de cinco horas de viaje en automóvil de ida y otro tanto de vuelta, lo que muestra que el verdadero fin de Lázaro BÁEZ no era alquilar las habitaciones sino hacer llegar fondos a VALLE MITRE por los hoteles.
  • Contratación de salones en el Hotel Alto Calafate para la promoción de YPF de los que la empresa estatal no estaba siquiera enterada.
  • Contratos millonarios por asesoramiento en materia hotelera y marketing para lo que Valle Mitre no contaba en su plantilla con personal adecuado para llevar a cabo dicha labor.
  • Supuesta construcción de un complejo turístico, en el que fuera de toda lógica empresarial, la firma AUSTRAL CONSTRUCCIONES, principal constructora de obra pública de Santa Cruz, contrató a Valle Mitre, cuyo objeto era el rubro gastronómico, por más de 2,5 millones de pesos para la construcción de un complejo turístico

4) la incorporación del dinero al patrimonio de la familia KIRCHNER

La cuarta etapa consistió en hallar una forma en la cual “…el dinero que provenía de la ilícita adjudicación de obra pública vial y que había sido sometido a un proceso de blanqueo a través del ropaje de legitimidad que le otorgaba el haber sido incorporado a Valle Mitre, en razón de la actividad hotelera que esta desarrollaba con los hoteles que le habían sido proporcionados por la familia KIRCHNER, fuera finalmente integrado al patrimonio de los ex presidentes y a sus dos hijos para que estos últimos pudieran utilizarlo libremente”.

“El esquema consistió en que Báez pagara sumas millonarias por el alquiler de los tres hoteles —cuya administración y explotación le había sido cedida—, y de esta forma, los ex mandatarios y sus hijos pudieran hacerse de una ganancia simulada a partir de la manipulación del valor de los alquileres”.

“De esta manera, la familia KIRCHNER sin hacerse cargo de la actividad hotelera, ni como contrapartida, de los riesgos que implica el ejercicio del comercio, se aseguraron un flujo de fondos fijos y constantes que entre noviembre de 2008 y julio de 2013 le serían pagados por Lázaro BÁEZ, quien por este medio se hizo cargo de pagar un canon totalmente desproporcional en comparación con las expectativas que tenía el negocio, lo que en definitiva confirma la hipótesis sostenida por esta parte”.

“Hotesur, cuyo único objeto era explotar el Hotel Alto Calafate, durante el último año en que fue administrado por sus primeros dueños, tuvo una ganancia neta anual de $469.866,66.  Sin embargo, pese a este claro indicador de la rentabilidad del negocio, el convenio celebrado entre Báez y la familia Kirchner implicaba que en tan solo un mes Báez debía pagarle a los ex presidentes más de lo que la empresa ganaba en un año: casi medio millón de pesos por el alquiler de este hotel. Ese dinero que Hotesur le cobraba a Valle Mitre, era retirado personalmente por Néstor, Cristina, Máximo y Florencia Kirchner, quienes usaban a la firma como una extensión de su propia persona, tomando dinero de la empresa sin llevar a cabo asambleas ni reuniones de directorio, es decir, desconociendo los mecanismos societarios para el cobro de dividendos”.

“… en los cuatro (4) años en los que VALLE MITRE alquiló este hotel, la ex familia presidencial recibió de la empresa de Lázaro BÁEZ trece veces el costo inicial del hotel en concepto de alquileres, lo que si además se le agrega el hecho de que fue el propio BÁEZ quien les facilitó a los ex presidentes los fondos necesarios para la adquisición de los tres hoteles mencionados, deja en evidencia que toda la operatoria fue orquestada con el fin de enriquecer a los ex mandatarios bajo el manto de legalidad que le brindaba el negocio inmobiliario y hotelero”.

Conclusión

Hubiera sido muy enriquecedor, conocer los argumentos de la defensa, máxime considerando  la claridad con la quedan expuestas estas supuestas maniobras de lavado de dinero. Habrá que esperar la apelación del Fiscal Diego Velasco.

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